La Ermita de Nuestra Señora del Rosario

La ermita se encuentra en el paraje “La Madroña”, en las primeras estribaciones de la Sierra Morena, a unos 4 kms. del casco urbano de Burguillos, a la que se llega por el camino de Castilblanco de los Arroyos, y en la que cada domingo posterior al primer viernes del mes de octubre tiene lugar la tradicional Romería en honor de nuestra amantísima titular.

La Ermita de Nuestra Señora del Rosario es una obra que no podemos adjudicar su diseño a una persona en concreto; es una realización conjunta del pueblo de Burguillos que arrimó el hombro para su construcción, levantándose poco a poco, bajo la dirección en un primer momento de Rafael Muñiz Fernández y Abelardo Gutiérrez Rosa, a los que posteriormente se les unió Antonio Ruiz García.

La obra se inició en 1983, cuando se eligió el paraje de La Madroña, tras cuarenta años de celebración de la romería en el paraje de “El Coto”, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento, siendo costeada la obra con donativos de los devotos que se prolongarían hasta 1991, año en que fue bendecida el 12 de mayo por Monseñor Don Miguel Oliver Román, por entonces, canónigo magistral de la Catedral Hispalense y Secretario General del Congreso Eucarístico Internacional de Sevilla de 1993.

La pequeña ermita, presenta fachada plana precedida de un pequeño nártex, elevada sobre un podium de cuatro escalones para salvar el desnivel del terreno, con una gran puerta que permite que las celebraciones litúrgicas puedan ser seguidas desde la explanada que se desarrolla ante la ermita. Sobre dicha puerta podemos contemplar un azulejo de Nuestra Señora del Rosario, que preside la fachada, la cual se remata por una sencilla cornisa, decorada con piñas, sobre la cual se desarrolla la espadaña de un vano, y rematada por una cruz de forja.

Su interior aparece presidido por una pintura de Nuestra Señora del Rosario, obra del pintor sevillano Rafael Rodríguez Hernández, del año 1991, en la que se presenta a la Patrona de Burguillos, con lo mejor de su ajuar, en el momento de la ejecución pictórica. Rafael Rodríguez Hernández es hijo primogénito del que fuera genial pintor Rafael Blas Rodríguez Sánchez. Se formó en una familia de artistas, siendo su hermano Juan Antonio también pintor. Rafael Rodríguez Hernández colaboró en los trabajos que su padre realizó para varias iglesias de la provincia de Sevilla, entre ellas las del presbiterio de San Juan de la Palma. A su temple se debe, junto a las de la Basílica de la Macarena, la decoración mural de los templos de las Hermandades de Los Negritos y las Mercedes de Santa Genoveva.

En planta, la ermita presenta una única nave cubierta a dos aguas, de la que sobresale el presbiterio, a modo de ábside semicircular, con dos óculos en los laterales.

En definitiva una construcción muy sencilla, conjugando el lenguaje popular con el contemporáneo, que le da a la edificación un gran interés, aunando tradición y modernidad en este pequeño pero magnífico ejercicio de composición arquitectónica.

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