Para sus tres salidas la Virgen alterna dos sayas: una de gran valor, bordada en oro a principios del S. XX, con diseño decimonónico y pasada a nuevo raso en 1972 por las monjas del Convento de Santa Isabel; y otra, mucho más reciente, dibujada y realizada sobre tisú de plata por José Ramón Paleteiro Bellerín, aprovechando los bordados de una traje de torero. El manto está bordado en oro sobre terciopelo rojo y pertenece a la producción de finales de los 60 del convento arriba citado. La actual corona de salida (que pasará a utilizarse en el Camerín cuando se realice la nueva ex profeso para la Ceremonia de Coronación) se estrenó en 1982 y es de metal dorado, la labró Antonio Marmolejo siguiendo con exactitud el modelo macareno.
En cuanto al Paso digamos que se trata de una obra de acopio, es decir, un conjunto realizado a lo largo de distintas etapas en las que han dejado su impronta distintos artesanos cofrades y que podíamos describir así: Paso neobarroco, diseñado y ejecutado inicialmente en el año 1972 por Carlos Bravo Nogales, con canastilla y peana talladas en madera y doradas en oro fino, completando la obra seis candelabros de guardabrisas de airosas y elegantes líneas. A partir del año 1999 se acomete su restauración y mejora, tallándose respiraderos para el frontal y la trasera, así como crestería para la delantera. Todo ello, junto a los candelabros, canastilla y peana se dora en oro de ley. Tales trabajos son efectuados por el taller de Antonio Diaz, mientas que de la carpintería de la nueva parihuela se encargan los Hermanos Caballero. Aparte, Ricardo Rivera esculpe tres relieves para las cartelas de la peana que representan a San Cristóbal, San Benito y San Sebastián.
El mismo imaginero también se ocupa de la hechura de dos angelitos para las esquinas de la crestería y de uno -de mayor tamaño- para portar el bastón acreditativo de la condición de Alcaldesa Perpetua de la Virgen y que pertenece a la producción de los Hijos de Juan Fernández.
En cuanto a ornamentación, Orfebrería Mallol labra cuatro jarras en metal plateado para los laterales que sirven para disponer las flores, el taller de Hijos de Juan Fernández realiza el llamador argénteo, Joyería Ruiz ejecuta la Virgen de los Reyes en plata que corona el frontal del paso, y para la misma ubicación Orfebrería Mallol diseña un relicario en plata que contiene una reliquia de la Santa Angela de la Cruz. Por último, el faldón delantero está bordado en oro fino sobre terciopelo granate, habiendo corrido el trabajo a cargo del taller de Bordados Salteras, y contiene en su centro un ovalo pintado por el artista Manuel Lobato que reproduce en miniatura la Coronación de la Virgen de Velázquez.
Aunque no formen parte del ajuar procesional permanente, si pertenecen al exorno efímero las flores, siempre blancas, que desde hace más de cincuenta años dispone sobre el Paso el popular florista Manuel Ramos «Ramitos» y sus herederos. Para la mañana de la Virgen (primer viernes de octubre) el adorno floral consiste sin excepción en claveles y nardos, mientas que en la tarde del día de la romería se suelen incluir otros tipos de flores como gladiolos y algunas más exóticas.